Si te paseas por aquí, probablemente ya sepas a que se refiere el término ecoprint o estampación botánica. Aún así se nos hacía imprescindible dedicar un espacio a hablar de esto.
Se tiñe con elementos vegetales y plantas desde la antigüedad. Cuando abrimos un poco los ojos , nos damos cuenta de que todos los colores están en la naturaleza y provienen de ella.
El ecoprint es una técnica que consiste en trasladar los pigmentos naturales y las formas de hojas y flores a un tejido.
Desde nuestros comienzos, una de nuestras premisas fundamentales fue que sólo trabajaríamos sobre tejidos de origen natural como lino, lana, seda o algodón.
La segunda de nuestras premisas, fue que nos dedicaríamos a investigar y experimentar con el fin de obtener los mejores resultados posibles.
Para ello decidimos que era fundamental no recurrir a mordientes que contuvieran elementos químicos tóxicos para nosotras, perjudiciales para la piel o contaminantes para el planeta.
Cada tejido funciona de manera diferente y cuando incorporamos un producto con un tejido nuevo, debemos experimentar hasta dar con la fórmula correcta para que el print quede bien.
El proceso de estampación botánica es largo.
Empieza con la recolecta en el monte y también en nuestro jardín de algunas especies que ya cultivamos.
Es la parte de nuestro trabajo que nos permite estar día a día conectadas con la naturaleza y nos proporciona el privilegio de salir cada día a respirar como parte de la rutina.
Al llegar al taller, clasificamos la recolecta por especies y comenzamos con el proceso.
Escurrimos la seda, el algodón o el tejido que tengamos sumergido en mordiente para esa jornada.
Los mordientes son baños de determinadas substancias que se les dan a los tejidos con los que vamos a trabajar. Actúan como un puente entre el tejido y la materia vegetal, ayudando a que el color penetre y se fije permanentemente en las fibras para que no desaparezca con los lavados.
Una vez que tenemos el tejido escurrido, lo estiramos cuidadosamente sobre la mesa y vamos colocando las hojas y las flores sobre los tejidos creando diseños y patrones diferentes en cada pieza.
El siguiente paso consiste en enrollar y atar.
Cuando todas las piezas que tengamos definidas para esa jornada están atadas, empieza el proceso de cocción que hace que la materia vegetal suelte su color y se traspase a la tela…
Nuestra experiencia, en la que hemos tenido que aprender a vencer la impaciencia y las prisas, nos ha enseñado a respetar los tiempos y a entender que son una parte fundamental del proceso, en el que el movimiento slow está muy presente. Cuando no se conceden los tiempos necesarios de calor, de reposo, los resultados flaquean…
Unos días después abrimos los rollos y quitamos los restos vegetales, Los tejidos se tienden a secar. Luego se lavan y se tienden de nuevo.
Cuando se recogen y planchan, podemos por fin, observar los resultados de esa jornada y tomar las anotaciones necesarias para crear un cuaderno de experiencias.
La estampación botánicas es un regalo de la naturaleza que, a través de esta técnica, nos permiten vestirnos con los colores del bosque y traer a nuestra vida un poco de la calma que esto transmite.
Nuestro objetivo consiste en trasladar, a través de nuestras piezas y de nuestra historia, un poco de toda esta calma y de este sentir.
Esperamos que este articulo te haya servido para conocer un poco más de cerca el proceso de ecoprint. Nos vemos en la siguiente.
Antía, Uxía y Nuria
Las flores de Greta